La más fiel versión del Drácula de Bram Stoker. El principeVlad, lucha defendiendo la cruz de la iglesia cristiana cuando tras una traición su amada muere y el decide en su dolor pactar con el mismisimo diablo. Es en su nueva eterna vida que se encuentra con el mismo rostro que perdió: Mina Murray.
Esta esta comprometida con Jonathan Harker, pero ello no le impide entablar con el conde una increible relación donde se fuscionan el misterio de encuentros en extrañas situaciones en un londres de increible ambiente gótico. Allí la lucha interna del conde por contener sus instintos vampíricos y no llevarla a ella a su mismo existir.
La amor, la separación y la tragedia señalaran los pasos, de los dos amantes.

Francis Ford Coppola realmente se luce en esta pelicula de 1992, con la creacion de ambientes deliciosos y una casting que dio brillo a los personajes de esta historia. Cada detalle deleita a los sentidos, desde el vestuario, hasta la música, la fotografía, el maquillaje en las increibles transformaciones de Gary Olman.
Muy cuidadas las imagenes desde lo más minimo como la selección de Margo Chase la diseñadora tipográfica que creo los soberbios afiches y la tipografía clásica de Drácula.
La humanización de este Drácula nos presenta a un amante atormentado que lo que busca es endulzar la historia original para poder apoyar la pelicula en una "historia de amor" que resulta verdaderamente romantica y trágica.
Sin lugar a dudas la pelicula se ha sabido ganar su lugar como una de las mejores representaciones de esta historia.