Historia:
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/// 11/05/2006
Abominable.
Estando escondido en este pequeño cuarto, observando a través de los cristales. Un mundo que jamás llegaré a comprender, a interiorizar, a hacerlo mío. Sin embargo a través de ese muro transparente me veo. Conformando parte de un paisaje conocido, pero totalmente ajeno. Realizando una vida, mutando en ella, ocultando todo aquello que me invade y me agobia. No se..... no entiendo, pero la desesperación me corroe.... me lleva a lugares impensados para alguien que solo deseo ser parte de un algo, pero que nunca llegó a comprenderlo. Para alguien que desea la ignorancia como el mendigo, cuyo estomago cruje en desesperación en la necesidad de un mendrugo de una comida ajena. A la que sabe que jamás habrán de invitar. Por que no te ven, por que no te registran. Por que el miedo paraliza la imaginación y la búsqueda, allí, ya cuando nacemos. A eso nos preparan, eso es lo que nos enseñan.
Sin embargo, estamos los descastados, los que no poseemos la habilidad del olvido y el influjo del desconocimiento.
Finalmente, hoy, sentado aquí frente a una pantalla blanca, sin saber con quien hablo, aúllo pidiendo misericordia. NO entendiendo el por que de esta necesidad de expresión. Sintiéndome en la humillación de la soledad como siempre. Y regodénandome en ella. Dentro de mi cuartillo, pequeño con esa ventana por donde me observo vivir una vida. Por donde me veo dando vida, totalmente asombrado de su belleza, y sufriendo por no saber hacia donde se dirige, y lo que es peor aún, sin saber si encontraré esas respuestas para brindarlas. Mi sexo no es mi sexo, mis amores fueron perdidos en una obscuridad implacable. Deseo ser lo que no soy, pero no reniego de mi misma/o. Amo lo que tengo y no deseo perderlo, aunque, en realidad nunca será mío. Amo la humillación otorgada y odio la que me auto infrinjo.
No me puedo sentir exiliada, ya que para exiliarse primero hay que poseer un lugar de pertenecia. Nunca supe cual es el mío
También la recuerdo a ella, la que se fue de mi mundo, pero a la que no quise retener a pesar del dolor que me causaba cada negación. A la que quise retener cuando la negación fue de ella. Magnífica en su proceder
Pero allí voy yo, a través de la claraboya me veo, cuidadoso en mi imagen, en ese cuadro perfecto que supe realizar. Mi autorretrato, en el que yo no figuro. Alguien podrá entender que peor que perder a lo que se ama es perderse a si mismo? O peor aún ....... desconocerse...
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